Cuando nuestros hijos se descargan aplicaciones que no conocemos, nuestra primera reacción suele ser desconfiar. El mundo de Internet y de las Apps es muy grande y tiene contenidos muy diversos, que van desde los educativos hasta los violentos, pasando por una amplia gama de categorías diferentes. Pero, aunque no hay que ver este mundo con malos ojos, sino con cautela y optimismo, a veces nuestra desconfianza está fundada. Hablamos de las aplicaciones de citas y encuentros, ya sean presenciales o virtuales.
Unas aplicaciones totalmente integradas en nuestra sociedad y que no deberían ser utilizadas por menores de edad.
Este tipo de Apps exponen a los menores no sólo a imágenes y vídeos de un marcado contenido sexual, sino que también les ponen en contacto con personas desconocidas y la mayoría de las veces con intereses de este tipo. Las más conocidas son las Apps de citas como Tinder, Badoo o LoVoo, donde son muchos los encuentros orientados al sexo, o las Apps de vídeo-chat como Chat Roulette u Omegle.
El funcionamiento de estas últimas consiste en poner en contacto a personas de manera aleatoria a través de la webcam, para que hablen por vídeo-chat, con el objetivo de conocer a gente nueva. Sin embargo, el uso que se le da a este tipo de Apps finalmente suele ser para gastar bromas y en muchas ocasiones pueden aparecer usuarios enseñando sus partes íntimas o buscando que otros las enseñen.
Es muy importante conocer el nombre de este tipo de aplicaciones, o incluso testarlas personalmente para entender qué peligros contienen.
Esto es así porque si nos guiamos sólo por las información de los stores o por la imagen que pretenden transmitir desde la empresa que las lleva, nos llevaríamos una impresión equivocada y mucho más inocente.
Así lo demostró una madre en Reino Unido que se creó un perfil falso en la App Yellow, una aplicación orientada precisamente al contacto entre jóvenes y con una apariencia de citas inocentes. Tras utilizarla durante un par de meses, descubrió que, con sólo poner una imagen de su hija en esa red, muchos chicos de hasta 13 años le empezaron a enviar mensajes del estilo de “Envíame fotos desnuda”.
Desde Smartme Family aconsejamos tener controladas estas apps, probarlas para conocer qué está ocurriendo dentro de ellas exactamente y vigilar el nivel del PEGI que aparece en la App store antes de descargarla, ya que PEGI establece una categorización en función del contenido de la App para establecer la edad mínima recomendada para su uso. Si quieres más información sobre esta categorización, puedes echar un vistazo al post que hemos escrito sobre PEGI.
Para finalizar, aquí incluimos una lista con las cinco aplicaciones más populares de citas y de vídeo-chat:
Si quieres conocer qué Apps usan tus hijos y durante cuánto tiempo, descarga Smartme Family ®. Te ayudaremos a prevenir comportamientos potencialmente peligrosos.
