Hay ciertas dudas sobre si nuestros hijos están preparados o no para utilizar las redes sociales. Los contenidos que pueden encontrar en ellas son tan diversos como la propia naturaleza humana y no hay consenso sobre la edad a la que deberían empezar. Pero la realidad es que, queramos o no, las utilizan. Y mucho. Por eso es importante saber no sólo cuáles utilizan, sino también qué se pueden encontrar en cada una de ellas.
Nuestros pequeños no utilizan las mismas redes sociales que nosotros
Empezando por lo primero, cuando uno piensa en redes sociales es probable que le vengan a la mente dos: Facebook y Twitter. No es de extrañar ya que fueron las primeras que hemos visto tener éxito. De hecho, son las que mejor representan el concepto de “red social”. Ahí es donde compartimos nuestras fotos y opiniones, mostrando nuestra vida al resto de la sociedad e interactuando con la de los demás. Pero seguro que nuestros hijos no responderían igual.
A poco que les conozcáis, muchos sabréis lo que asocian los más pequeños a “red social”, pero gracias a nuestra app Smartme Family lo sabemos con exactitud. Las redes sociales que más utilizan los menores son YouTube e Instagram, en ese orden.
Según nuestros datos, más de 7 de cada 10 menores utilizan esas redes sociales de forma diaria, más del doble que Facebook, pasando en ellas una media de 50 minutos diarios. Estas cifras, además de ser ciertamente alarmantes, nos demuestran que la mayor parte del tiempo que nuestros hijos pasan con el teléfono móvil están en YouTube e Instagram. Dos plataformas con gran presencia en la sociedad pero que son menos conocidas entre el público adulto y que encierran un peligro diferente a las tradicionales.
Mientras que a la hora de hablar de los peligros de Facebook y Twitter siempre nos centramos en la cantidad de contenido que publicamos sin saber quién lo va a ver, en YouTube e Instagram hay que hablar del tipo de contenido que se puede consumir. Por decirlo de forma sencilla, en las primeras te ven a ti y en las segundas tú ves a gente, con los diferentes riesgos que conlleva.
Usando dos de ellas como ejemplo, Facebook es el lugar donde nos relacionamos con nuestros amigos y familiares, publicamos fotos de lo que hacemos y comentamos las cosas que nos ocurren. YouTube, en cambio, es un lugar donde, en la mayoría de los casos, ni siquiera publicamos nada, sino que buscamos vídeos de otras personas que nos entretengan, que nos den su opinión o nos enseñen cosas. Por eso existen famosos Youtubers e Instagramers, pero no “Facebookers”, porque cada red social es diferente. Y aunque al englobarlas todas en “red social” parezca que las controlamos por igual, no es así.
Las redes sociales tienen peligros diferentes y hay que conocerlos bien
Conocer el contenido de los Youtubers que siguen, ver qué fotos suben a Instagram, saber cuánto tiempo pasan al día en ellas… El tema de las redes sociales es muy amplio y no tiene por qué ser sólo un problema. Bien utilizadas, todas ellas pueden ser una fuente de entretenimiento y aprendizaje muy útil en la formación de nuestros pequeños. Pero también existen una serie de riesgos que hay que conocer. Por eso es muy importante saber cuáles utilizan nuestros hijos, y cuánto lo hacen. Sólo así sabremos qué hay que enseñarles en función de los posibles peligros que les puedan afectar.
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