¿Qué delitos ponen en jaque la ciberseguridad de tus hijos en el móvil?

ciberdelitos

Cuando una actividad se extiende en la sociedad o una herramienta masifica su uso, siempre surgen malas prácticas y personas que se encargan de convertir la experiencia en una labor de riesgo, más aún si hay menores involucrados. Los teléfonos móviles inteligentes no son una excepción, y cuantos más niños y niñas nativos digitales se habitúen a interactuar con pantallas táctiles desde muy pequeños, menos miedo tendrán a explorar el entorno digital y más seguros se sentirán en este ambiente sin percatarse del gran número de prácticas peligrosas que pueden perjudicar su dignidad y reputación e incluso ser víctimas de hechos delictivos en el ciberespacio.

¿Cuáles son los riesgos a las que se exponen los menores con el uso de los smartphones?

Los peligros para los niños derivados del uso del móvil son muchos y muy variados, pero en el siguiente glosario se describen algunas de las prácticas más comunes que atentan directamente contra la seguridad virtual de los niños:

ciberbullyingCiberbullying o ciberacoso: Del mismo modo que el acoso escolar ha existido desde hace años y no ha generado repercusión social hasta hace un par de décadas, el acoso virtual a través de los dispositivos móviles está a la orden del día y con más agresividad ya que permite que los acosadores, que suelen ser otros menores que pertenecen al entorno escolar o vecinal de la víctima, no requieran el contacto físico con el acosado, mientras que hasta hace unos años este tipo de acoso se limitaba a las horas en las que el niño estaba escolarizado.

El ciberbullying permite que las agresiones verbales se mantengan activas las 24 horas del día, independientemente del lugar en el que se encuentre la víctima. En realidad, no se trata de un nuevo delito, sino de una readaptación a los tiempos modernos de un delito antiguo y, aunque estas situaciones pueden comenzar en el móvil, con frecuencia suelen trascender al mundo físico, derivando en delitos como el tráfico de pornografía infantil o el abuso físico a menores.

GroomingGrooming: Así se denominan las conductas y acciones deliberadamente emprendidas por un adulto con el objetivo de ganarse la amistad de un menor de edad, creando una conexión emocional con el mismo, con el fin de disminuir sus inhibiciones y poder abusar sexualmente de él. En algunos casos, se puede buscar la introducción del menor al mundo de la prostitución infantil o la producción de material pornográfico. A diferencia del ciberacoso, en el grooming el acosador es un adulto y existe una intención sexual.

sextorsionSextorsión: La sextorsión es una forma de explotación sexual por la cual se chantajea a una persona con una imagen de sí misma de contenido sexual (un desnudo o topless, por ejemplo) que ha compartido o ha enviado. Cuando el envío se produce a través de mensajes SMS o MMS, a esta práctica se la conoce como “sexting”.

CibercrimenCibercrimen: Desde el Information Security Forum (ISF) apuntan a que 2017 será un año en que las organizaciones criminales digitales se desarrollarán y se harán más sofisticadas, con ataques más dañinos y constantes.

Los ciberdelincuentes se aprovechan de que la mayoría de los padres no actualiza los sistemas operativos de los dispositivos móviles de sus hijos, que en la mayoría de los casos son para implementar parches de seguridad.

Sin embargo, no debemos pensar solo que los niños pueden ser víctimas de este tipo de prácticas, sino que pueden llegar a formar parte de los ciberdelincuentes, a veces sin ser realmente conscientes de ello.

De hecho, los juegos online son importantes objetivos de los ciberdelincuentes, así como caldo de cultivo criminal para muchos adolescentes, que son la principal razón de que la edad media para involucrarse en el cibercrimen esté en los 17 años, en parte por la falta de comprensión de lo que se considera “delito cibernético”. Estos casos de ciberdelincuencia incluyen cualquier comportamiento ilegal que involucre a tecnologías de la información (ataques a la privacidad, por ejemplo), propagación de virus y malware e, incluso, colocación de “trampas” para robar objetos o recursos a otros jugadores.

Desde el momento en que un menor hace uso de un dispositivo móvil, lo convierte en su herramienta de comunicación y exploración virtual más personal que posee y, por lo tanto, cualquier ataque contra él o a través de él debe tomarse con igual preocupación que si se tratase de un ataque físico.

Para poder detectar a tiempo si tus hijos pueden estar sufriendo este tipo de delitos contra la seguridad virtual o, incluso, que los estén cometiendo ellos mismos sin saberlo, es imprescindible acompañarles en su educación digital al igual que haríamos con su educación escolar. Los períodos irregulares de sueño y el aislamiento social son signos a tener en cuenta para detectar si un niño está sufriendo ataques a su ciberseguridad.

Tener una conversación sobre el uso del móvil y los peligros que entraña un uso inadecuado del mismo es un buen punto para comenzar.

Si se muestran reacios a explicar para qué quieren el móvil o en qué tipo de apps invierten su tiempo, está bien preocuparse.

Evitar un incómodo interrogatorio con tus hijos que genere desconfianza mutua y discusiones familiares es tan fácil como disponer de una app para monitorizar el uso que hacen del móvil como la que facilita Smartme Family, que pone a disposición de los padres su tecnología con el objetivo de acompañar a toda la familia en su educación digital.


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